si la vida es un carnaval;

Mi cuerpo es un juego.


El primer botón de la blusa se abre y deja al descubierto el brassiere rosa con encaje, que delata la coquetería disfrazada de inocencia. Del primer botón no pasa y la muestra excesiva de piel empieza a molestar. El escote pronuncia sus deseos y las quejas se empiezan a escuchar. Ella sonríe apenada pero declara que realmente disfruta llamar la atención bajo esos medios. Alarga el tiempo de espera y antes de siquiera considerar cubrirse, juega con el cuello de la blusa. Dobla las mangas para mostrar mas de su piel y se suelta el cabello que cae en sus hombros. Todo su cuerpo es un juego; sus rizos caen y brincan felices, sus senos sonríen mientras son descubiertos, sus ojos se cierran mientras su boca se abre y su cara se ilumina coqueta. Se disculpa humedeciendo sus labios y se abrocha el botón, mientras afloja el resto... con la esperanza de que todo su cuerpo quiera salir a jugar.